Spinetta: Buenos Aires, alma de piedra.
Abriste en mí una brecha, y brotó la necesidad de saber de ti. Encontré pocos caminos, pues el tiempo dinamita mis ansias de hallarte, mas sólo un sedal basta para llegar al pez... Así es. Dios sabrá por qué Argentina fue ganando terreno en mi vida. Primero, el acento tan particular de Rodolfo Langostino; después Maradona en el 78; luego fue el tango en aquellos festivales en Granada en los 90; y faltaba para colmo la potente llegada del rock argentino a mi colección de música. De hecho mis estadísticas personales son asombrosas: de los 8 ó 9 argentinos que he tenido el gusto de conocer personalmente, 4 de ellos son músicos de renombre (alguno pensará que es broma): Luis Alberto y Dante Spinetta, Fito Páez y Enmanuel Horvilleur . ¿Alguien da más? Pero es cierto que este apetito creciente, cristalizado en la ciudad de Buenos Aires , no encuentra forma de llenar mis enormes lagunas en cuanto a conocimiento histórico de las gentes