Maradona: El dios del fútbol, hombre de carne y hueso.
Recuerdo haber oído hablar de Maradona casi desde siempre. De pequeño observaba a mi padre y mi tío hablar sobre este tipo que parecía hacer lo que quería con el balón. Debía ser sobre todo en torno al mundial del 82, el cual supuso todo un acontecimiento al disputarse en nuestro país, con la expectativa que generaba recibir a lo mejor del fúlbol mundial. Los telediarios se llenaban de imágenes y resúmenes de los partidos transcurridos, y aunque aquel no pudo ser el mundial de Argentina, sin duda Diego daba motivo para hablar por su indiscutible calidad y, sobre todo, por la expectación generalizada de que lo mejor con él aún estaba por llegar. Su inmediato paso por Barcelona trajo sin duda memorables goles y jugadas, consiguiendo incluso una recordada ovación por parte del Real Madrid en un épico gol marcado ante las atónitas gradas del Santiago Bernabeu. Las temporadas con el equipo azulgrana, sin llegar a lucir al cien por cien debido a distintas contrariedades (l