Breaking Bad: orgullo y pasión coronados en los EMI
Con el título de esta entrada no me refería tanto a la serie en sí como al propio protagonista de la misma. Y es que al día siguiente de haber arrasado en la entrega de los EMI, mi mujer y yo acabamos de ver Breaking Bad (qué delicia de sesiones compartidas con ella); dos episodios tremendos en los que se manifestó inequívocamente que Walter White fue seducido por la peor de las tentaciones: poder disfrutar de esa pasión que nos arrebata poniéndola al servicio de nuestro más arrogante orgullo. La pasión de Walter fue la química, y la utilizó de forma exquisita y arrogante para satisfacer el orgullo herido de construir un imperio. Peligrosa combinación... Curioso camino por el que discurre este proceso del personaje central, siendo arropada esta metamorfosis del tontorrón profesor de química por intrépidas y tremendas situaciones que en muchos casos parecieron callejones sin salida. Para ello, excelente historia y mejor guión del gran Vince Gilligan , q