Breaking Bad: orgullo y pasión coronados en los EMI


     Con el título de esta entrada  no me refería tanto a la serie en sí como al propio protagonista de la misma. Y es que al día siguiente de haber arrasado en la entrega de los EMI, mi mujer y yo acabamos de ver Breaking Bad (qué delicia de sesiones compartidas con ella); dos episodios tremendos en los que se manifestó inequívocamente que Walter White fue seducido por la peor de las tentaciones: poder disfrutar de esa pasión que nos arrebata poniéndola al servicio de nuestro más arrogante orgullo. 
    La pasión de Walter fue la química, y la utilizó de forma exquisita y arrogante para satisfacer el orgullo herido de construir un imperio. Peligrosa combinación...

     Curioso camino por el que discurre este proceso del personaje central, siendo arropada esta metamorfosis del tontorrón profesor de química por intrépidas y tremendas situaciones que en muchos casos parecieron callejones sin salida.
     Para ello, excelente historia y mejor guión del gran Vince Gilligan, que ya saboreó las mieles de la gloria en la edición de los EMI pasada, y que repite en la de 2014 como mejor serie dramática y mejor guión, además de los dos galardones a los mejores actores (principal y de reparto) y el de mejor actriz de reparto. Y es que una trama de semejante peso específico no podía ser interpretada sino por estos monstruos de la pantalla, que han recibido su merecido premio: Bryan Cranston, Aaron Paul y Anna Gunn.

    Colofón espectacular por tanto a esta joya que ya había triunfado antes de los EMI en lo más importante: los espectadores. Fiebre desatada desde la primera temporada, que ha corrido como la pólvora a través de las redes y con el boca a boca: la serie de las series; el final de los finales.
 Todo lo que se diga es poco: guión de lujo que discurre por una trama que en todo momento permanece coherente; realización magistral con presentación y coordinación de los tiempos de forma brillante; inteligente banda sonora y efectos muy logrados; reparto de papeles principales con actores de lujo brillando como nunca lo habían hecho; personajes secundarios cargados de ricos matices y adornados con soberbias interpretaciones... 

     Esto es Breaking Bad. Obligatorio verla y prohibido adelantar eventos: no se le puede hacer semejante jugarreta a quien se disponga a conocer la historia de Heisemberg. Y un consejo al futuro espectador: no haga preguntas, no mire nada por internet, y siéntese frente al televisor con la única pretensión de disfrutar de buen cine y pasarlo bien. 



     No me olvido de los queridos acreedores que han surgido con mi visualización de esta historia: mi amigo Javier Hódar por "descubrirne" y animarme a ver esta joya; mi hermana Rocío por "abastecerme" de muchos capítulos; mi amigo Antonio y su novia Ana por completar los capítulos que faltaban y animarnos con su entusiasmo; y mi amigo Carlos por compartir emociones con el devenir de los días "devorando" esta serie. Gracias chicos, va por vosotros.

Comentarios

  1. vi poco para opinar profundo, pero me di cuenta de que era seria y atrayente... y no puedo creer la actuación de ese hombre, habiéndolo conocido solo como el papá de Malcom jaja... pedazo de actuación!!!!!!... una serie digna de recomendar claro... abrazo master....

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    Respuestas
    1. Pues creo que cuando la veas habrás comprendido por qué tanta expectación con esta serie. Te animo a buscar los capítulos ya, y te aconsejo verlo en versión origina, subtitulado si quieres, a menos que seas muy perezoso con el idioma, jeje, en ese caso nada nada, la ves en castellano y no pasa nada... Abrazo!!

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