David Bowie: sigamos bailando...
Cinco años dan para mucho, pero cuando te los encuentras así, de sopetón, te das cuenta de que todos los “muchos” pasan volando, y solo lo fundamental permanece. Y así, recordando (y escuchando) estos Five Years , se agolpan en la mente aquellos momentos “Bowie” que nos ha dejado este lustro. Y así, regresa aquel extraño y premonitorio domingo (justo como hoy) en el que nadie sabía que David se nos iba, y en el que mi hija me preguntó por él tras escuchar casualmente en la radio Space Oditty. Luego siguió el trágico y sorpresivo lunes donde el planeta entero conocía la noticia, sin duda uno de los secretos mejor guardados en esta época en la que casi todo se destapa al minuto. No fue fácil de encajar, sobre todo por el doloroso ejercicio de escuchar por primera vez su recién estrenado disco (se editó en su cumpleaños, justo dos días antes de fallecer). Recuerdo haberlo recibido por Amazon el día del lanzamiento, viernes, y lo dejé sin escuchar todo ese fin de semana p