Spinetta. 2 de Enero.
© Manolo dj, de una de mis entradas sobre fotografía. El 1 de enero siempre es día de resaca. Para muchos, resaca literal, después de una nochevieja movidita; para otros, entre los que me incluyo, tal vez no haya habido mucho alcohol, pero aun así, no es por lo general día de madrugar. Y habitual viene siendo, por cierto, que al desparrame festivo del día 31 le continúe al día siguiente algún encuentro familiar o de amigos, a fin de cuentas estamos celebrando un año nuevo. De modo que, al menos para mí, el día 2 de enero ya sí es hora de poner lápiz sobre el papel y trazar las líneas maestras de lo que "queremos/esperamos/debemoshacer" en los doce meses que se vislumbran en el horizonte. Y tengo que decir que, aunque en mi concurrida vida familiar apenas gozo de unos minutos de quietud para tal menester, esa planificación a gran escala del año recién estrenado constituye un momento que disfruto de forma especial. El día 2 de enero ya