Conexión de genios: David Bowie y Mike Garson.
Hay encuentros que marcan una vida, y algo así es lo que le ocurrió al bueno de Mike Garson. Precisamente porque se cumplen 50 años de tal evento, me ha parecido el momento oportuno para sacar a la palestra a este virtuoso del piano, que desde entonces, de forma intermitente, ha acompañado al gran David Bowie durante 40 años.
Ahora que empezamos a asumir la pérdida del genio camaleónico, algunos, como es el caso de Garson, han tenido que reinventarse al haberse quedado huérfanos en el plano profesional, pues muchos son los que, al lado de Bowie, hicieron su agosto. El pianista se refugió en su particular modo de festejar su dichosa aventura, promocionando por doquier una serie de excelentes grabaciones en las que recrea a piano los más emblemáticos temas del cantante, haciendo incluso giras por medio mundo; y aquí es donde, con motivo del 50 aniversario del encuentro que cambió su vida, nos ha dejado las siguientes palabras:
Hace 50 años, el 18 de septiembre de 1972, dejé a mi hija de un año en casa, junto con un estudiante de piano al que estaba dando su primera lección, tras recibir una llamada para que me presentase en los estudios RCA para una audiencia que cambiaría mi vida en el transcurso de una hora. (Nota al margen: no recomiendo dejar a un bebé con un extraño; mi mujer iba a matarme, ya me ha perdonado…)
Conforme entraba en el estudio de RCA, los vi por primera vez: Mick Ronson al piano y David Bowie. Trevor Bolder y Woody Woodmansey en la sala de control. ¡Eran completamente distintos a cualquiera que hubiese conocido jamás!
Para colmo, nunca antes había escuchado su música. Yo era un músico de jazz tocando para los mejores, pero haciendo sets de cinco temas para tal vez un público de cinco personas. Algo estaba mal en esa estampa y había llegado el momento de cambiar. Acababa de decirle a mi mujer que necesitaba tocar con una banda de rock.
Mike dirigía mi audición. Me mostró los acordes de una canción que nunca había escuchado llamada “Changes”, y me pidió que tocase. Ocho segundos de audición bastaron para que me dijese “tienes el curro”. Apenas había comenzado a tocar, pero eso es lo que dijo. Mi primer concierto con ellos sería en la gira Ziggy Stardust, en Cleveland, tan solo cuatro días después.
Al principio fui contratado para ocho semanas, catapultado a una banda de rock icónica que estaba forjando una leyenda. He sido muy afortunado de poder hacer música con David durante las siguientes cuatro décadas, y le estaré por siempre agradecido por semejante oportunidad.
Mike, el segundo comenzando por la izquierda, con toda la troupe de Ziggy Stardust.
Así narra Garson el comienzo de semejante aventura. Imprescindible en las grabaciones posteriores, si bien no colaboró en todos los discos, fueron muchos los momentos de absoluta presencia de tan virtuoso pianista, artífice de broches maestros a canciones que sin él nunca hubieran sonado igual. De la época primera me quedo con temas magistrales como Aladdin Sane o Lady Grinning Soul, y en los álbumes más modernos encontramos joyas como Bring me the Disco King o The Motel, entre otros muchos. Además del aporte creativo en estudio, también hay que destacar la presencia de Garson en los directos de Bowie, especialmente en las últimas giras: es absolutamente arrebatador el sonido que arroja el piano de Mike en muchos de los temas, con momentos especialmente intensos (ese Hearts Filthy Lessons suena brutal…), de modo que podemos convenir que el beneficio fue mutuo en esa preciosa simbiosis entre ambos artistas.
En el plano discográfico también ha sabido Mike Garson dirigir en sus últimos años su carrera como músico, editando varios sencillos y lp´s con los que ha sabido encontrar su hueco. Además, se ha abierto camino en la venta de libros y merchandising a través de su web, amén de su oferta de clases de piano on line (al módico precio, atención, de 300 € la hora…).
En fin, motivos más que sobrados para celebrar las sonoras bodas de oro de las que tan buena gala ha hecho el pianista en los últimos días. ¡Felicitaciones!
Hermano, esa historia de la llamada telefónica es fascinante...y lo mejor es que pudo durar tanto tiempo en la banda, algo muy difícil debido a los distintos caracteres y los egos de los miembros.
ResponderEliminarAsí es Alí, aunque es cierto que su colaboración no fue continua sino intermitente, pero al parecer la relación siempre fue buena. Fuerte abrazo !!!!!!!
EliminarQue bien sonaba esa banda, estoy viendo el video en la tv y es brutal. Fue uno de esos tantos privilegiados en acompañar a Bowie, no solo un gran músico sino alguien que daba placer de acompañar como dicen muchos ex músicos sobre su persona.
ResponderEliminarAbrazo primo y por más Bowie!
Cierto primo. Era muy elegante y educado, además de tener una inteligencia y una sed de aprender tremendas. ¿Has visto el documental? Es curioso cómo en las entrevistas sabia sortear a quienes le provocaban con preguntas incómodas, todo con una elegancia admirable. Fuerte abrazo!!!!
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