Dortmund: 25 aniversario del LOVESEXY TOUR
Diríase que 25 años son tal vez demasiados para mantener frescas las impresiones de un evento, máxime si se trata de un concierto de rock; sin embargo, esta dificultad por la distancia en el tiempo sirve por el contrario para poner de relieve la intensidad de lo acontecido, pues sólo aquello que mucho nos marca permanece inalterable con los años.
El caso es que un 9 de septiembre del 88 me encontraba yo manguera en mano enfangado en las ayudas domésticas que mi padre me encargaba especialmente en verano, que no era otra que cuidar el jardín familiar. Pero en esta "ardua tarea" siempre contaba con la inseparable compañía musical, que en aquellos entonces bien podría ser un walkman tipo ladrillo pero que en mi caso provenía de unos auriculares con radio fm incorporada (¿alguien recuerda la marca aiwa?). Quién me iba a decir esa pesada tarde de verano que algún día estaría yo narrando lo que en minutos iba a acontecer, o que justo 25 años después nacería ¡mi quinto hijo!
Está claro que ese era el verano de Prince, al menos en el sentido de un fuerte auge de popularidad a nivel europeo que le acompañaría varios años más; y no digamos a nivel de una España que apenas conocía a Prince meses atrás y que por muy poco finalmente había tenido que resignarse a ver su gira Lovesexy 88 en tv, pues a última hora se canceló lo que podría haber sido su primer concierto en nuestro país.
La expectación era máxima cuando a finales de agosto se empezó a anunciar en tv la retransmisión en directo del concierto que su alteza púrpura ofrecería en Dortmund (R. F. Alemana) el 9 de septiembre, el cual sería también televisado en muchos otros países.
Por centrarnos en nuestro país, Prince ya destacaba en las principales emisoras de radio desde que comenzasen a sonar los primeros singles del lp Lovesexy editado ese mismo año; principalmente la edición del sencillo "Alphabet St", había supuesto una irrupción fuerte en el panorama musical de un genio al que hasta entonces apenas se le había prestado atención.
El caso es que las legiones de seguidores de Prince, que ya lo tenían en sus altares desde tiempo atrás, flipaban con la posibilidad de que visitase España, pero tras varias negociaciones, parece ser que los motivos económicos hicieron inviable el evento. La gira, considerada la más cara en términos de logística y personal de las que ha realizado Prince, exigía una fuerte ganancia en la venta de entradas para compensar los elevados costos, amén de otras excusas que sonaron esos días, como exigencias concretas del tipo de local, problemas técnicos, etc... De modo que a los pocos días de asegurarse en distintos medios que Prince actuaría en España, Televisión española y la RAI pagaron los derechos para retransmitir el concierto, y se anunció este evento al mismo tiempo que se desmentía su actuación.
La estrategia de negociación con los managers de Prince fue muy buena, pues ambas televisiones, colaborando finalmente también con la televisión holandesa, lograron convencerlo para que permitiese por primera vez la emisión en directo de uno de sus shows, no sólo en España sino en el resto de Europa y parte de Asia y Oceanía, por lo que las cadenas rentabilizaron la inversión y el equipo técnico desplazado y compuesto por 22 cámaras y demás medios.
Sin embargo, no habían terminado las sorpresas para los fans de Prince en nuestro país. A los anuncios y desmentidos del concierto se le sumó a primeros de septiembre el rumor de una posible fiesta privada de Prince con aforo muy limitado en la discoteca Oh Madrid para el día 6, tres días antes del show de Dortmund. El rumor fue confirmado con los responsables de la discoteca, los cuales ya habían contactado con los managers de Prince los días en los que sí se esperaba concierto en España; la anulación del mismo al parecer no influyó en el deseo de Prince de hacer una fiesta privada, por lo que contra todo pronóstico la negociación continuó y solamente se rompió sin muchas explicaciones el día 5 (24 horas antes), habiéndose llegado incluso a imprimir las entradas. Nunca se han desvelado los motivos concretos de la decisión de última hora, pero hubo un rumor que, de ser cierto.... bueno, cosas más increíbles han pasado en este mundo, pero se habló de la oposición de la Warner a la fiesta privada por la repercusión negativa que pudiese ejercer en la venta de entradas para un conocierto que el mismo día se celebraría en Madrid, nada más y nada menos que de... Miguel Bosé!!!!
Con semejante panorama, resignarse a ver el concierto de Dortmund o escucharlo por la radio era el único modo de sacudirse la espina, a menos que uno pudiese permitirse el lujo de salir del país a su encuentro. Prince eligió una especie de velódromo con capacidad para 15.000 personas que por su situación geográfica traería como espectadores a numerosos holandeses, pues la frontera alemano-holandesa quedaba muy cerca, y ni a ellos, ni a ninguno de los que lo seguimos, defraudó. Por mi parte, como supongo que hicieron otros, grabé el concierto en video y seguí la mayor parte de la retransmisión en directo vía radio nacional en mis auriculares, y recuerdo esa tarde de tarea de jardín como algo muy especial. Me encontraba con una gran mayoría de temas desconocidos (apenas llevaba tres meses escuchando y "descubriendo" a Prince), y fue posteriormente, en los visionados sucesivos, cuando me di cuenta del altísimo nivel de calidad del espectáculo.
Mi impresión personal se vio corroborada por medios de comunicación que en los días siguientes ratificaron los altos calificativos de la espectacular gira Lovesexy Tour: puesta en escena, sonido, iluminación, coreografías, selección de temas, decoración, vestuario, gancho magistral de un Prince simpático y en plena forma, y una realización de lujo, convirtieron el evento en tal vez el momento álgido para todos los seguidores de Prince en lo que a conciertos se refiere.
El espectáculo como tal se basaba en un concepto de concierto diseñado para grandes espacios (estadios fundamentalmente), algo a lo que Prince no estaba acostumbrado pero que en cierto modo respondería al creciente interés que Europa sentía por la estrella de moda. Así, el artista se embarcó en esta primera fase de la gira mundial hacia el continente europeo animado entre otras cosas por la buena crítica y ventas del lp Lovesexy, al contrario de lo que estaba ocurriendo en Estados Unidos, donde no estaba funcionando demasiado bien.
El escenario sería circular para situarlo en el centro de los estadios y proporcionar visión desde todos ángulos, así como torres de sonido situadas por encima del escenario y un ingenioso sistema de luces. Para conseguir un gran espectáculo, aderezado con varios ingenuos y plataformas hidráulicas, el pequeño genio se rodeó de muchos técnicos e ingenieros de alto nivel, buscando sobre todo no defraudar en su exigente demanda de calidad (ya sabemos lo meticuloso que es especialmente con el sonido). Y por supuesto, la banda, seguramente la más completa de cuantas han girado con él: doctor Fink en teclados, Sheila E. en batería y percusión, Levi Seacer Jr. y Mike Weaver en bajo y guitarra, Bony Boyer como voz de apoyo y coros, la escultural bailarina Cat y el toque especial de los metales a cargo de Eric Leeds y Atlanta Bliss.
El concierto contó con dos partes bien definidas. En la primera Prince interpreta muchos temas de los primeros discos, ensalzados con otros un tanto anómalos por formar parte de las famosas "caras b" de sus singles o aparecer en colaboraciones; también incluyó algún tema inédito y dos extraídos de su recién polémico Black Álbum (famoso por haber sido retirado de la fabricación a las pocas horas de iniciar la impresión y convertirse en el disco pirata más famoso hasta la fecha).
En la segunda parte interpreta muchos de los temas más famosos de su repertorio y bastantes del recién estrenado Lovesexy, así como un interesante "popurrí" al piano. Su intención era darle a esta parte un sentido más religioso y espiritual, tal y como se esperaba del último lp por las continuas referencias a Dios y su nuevo concepto "new power soul"; para no dejar dudas de su nueva visión religiosa el mismo Prince incluía varios "discursos" especialmente al término del tema Anna Stesia en los que su afán "evangelizador" era más que patente.
Más adelante, a este respecto el propio Prince diría: "La primera parte la hago por que es lo que se espera de mi; la segunda la hago porque es mi misión".
El número, elección, interpretación y coreografías de los temas elegidos hacían las delicias de los críticos y fans del genio. El desglose es el siguiente:
Como decimos, el repertorio luce impregnado de una teatralidad muy rica aderezada por los múltiples elementos visuales (iluminación, vestuario, coreografía ...) y mecánicos (una réplica del Ford Thunderbird, plataformas que se elevan, columpios, canastas de baloncesto, y hasta una cama). No en vano, la "tripulación" de la gira fue tan extensa como podéis apreciar el la foto siguiente, por lo que imaginad lo elevado del coste de personal para conseguir que todo ese ingenio mecánico sonoro y visual funcionase a la perfección:
Sí, la gira se le fue de las manos en cuanto a costes, especialmente en la parte americana en la que no había ya tanta expectación (ni se entendió bien la dualidad religión / sexo), y no era tan fácil llenar estadios con una entrada cara, lo que sí se pudo permitir en la tournée europea y asiática. Con todo, el efecto promocional de Prince en el largo plazo fue indiscutible, y las dudas que sembrase en USA sirvieron al menos para que se hablase de él, encargándose al año siguiente de recuperar lo perdido con el enorme golpe maestro que le supuso el lp de la banda sonora de Batman.
En Europa, su éxito y promoción con Lovesexy Tour le
proporcionaron una expectativa para futuros lanzamientos de lps y
giras que sin duda rentabilizó en los años siguientes. Y no digamos en España, donde fueron numerosos los programas especiales dedicados a Prince que siguieron en los meses posteriores al concierto, así como una presencia arrolladora en radio y prensa. A las criticas especializadas (centradas ahora en contarnos lo extenso y rico de su discografía anterior), siguieron diversos programas informativos (recuerdo un especial emitido en Informe Semanal) y finalmente hasta la prensa rosa hizo su labor. Todo lo relacionado con Prince interesaba: sus orígenes, influencias, anécdotas, líos amorosos, y todo lo que alimentase el candor con el que estaba forjándose una imagen muy plástica del artista a tenor de quién diese la noticia, lo que contrastaba enormemente con el hermetismo que siempre le había caracterizado.
Y por último, tras el éxito, llegó la comercialización. La grabación del concierto vio la luz en dos formatos distintos: en Europa, se editó en video vhs en dos partes, cuya edición y formato hacían pensar incluso en dos conciertos diferentes para quien no estuviese muy al tanto. Desconozco si se editó en Estados Unidos, pero curiosamente, en Japón se editó en laser disc, el formato previo al dvd, y posteriormente de forma limitada en Europa. El atractivo de este laser disc, que en un sólo disco recogía todo el concierto, era lógicamente el tamaño y tapa, similar el vinilo de 33 rpm, y recuerdo haber tenido uno en las manos en la desparecida tienda de música de mi ciudad (Granada), Electrohogar Sánchez, copia que no estaba a la venta, sino que utilizaban como muestra para los clientes interesados en comprar un reproductor de laser disc. Me pregunto qué ocurriría con aquella copia...
Lo curioso es que con el paso del tiempo, por algún motivo que no alcanzo a entender pero que pudiera deberse al poco éxito de la gira en USA, el concierto no volvió a ser editado en los años que siguieron, estando todos los fans esperando una reedición en dvd. Actualmente es posible comprar copias en dvd grabadas de la edición vhs en equipos caseros, con una calidad razonablemente buena, y disponible a través de particulares por internet. Yo por mi parte hice la mía propia conectando mi video vhs al grabador de dvd, pero lógicamente, cualquier reedición oficial podría ser mucho mejor...
Mientras tanto, seguiré disfrutándola... Y sí, la Princemanía me pasó factura, no hay más que ver mi pelo o el simbolito de Prince en el escape de mi moto, jeje, buenos años aquellos...
Mientras tanto, seguiré disfrutándola... Y sí, la Princemanía me pasó factura, no hay más que ver mi pelo o el simbolito de Prince en el escape de mi moto, jeje, buenos años aquellos...
Que buena crónica de aquella gira y todo lo que la rodeo, me sorprende que nos interesase más a los europeos que a los americanos cuando ellos ya lo conocían bien desde hace años.
ResponderEliminarMe alegra que a partir de ese momento el nombre de Prince empezase a sonar con fuerza por aquí
Estoy seguro que algún día sacaran un DVD/Blu-Ray en condiciones para disfrute de los fans
Pues sí Boris, fue el año del despegue europeo de Prince, empezó a tener aquí sus años dorados, aunque con Batman, editado al año siguiente, recuperó popularidad en USA. Lo del dvd, ya veremos... Gracias y saludos!
Eliminaruh que buena entrada.... antes que nada, que buena moto!!!!! no se ve bien el símbolo pero de que materia lera para que no se quemara con el calor del escape? volviendo a Prince, para muchos es su mejor show, yo no lo tengo tan claro, me parece algo desparejo...
ResponderEliminarese comienzo con el auto y Erotic city creo que lo ví en vhs unas 555 veces ja... es verdad que en esa época ya era mas valorado en Europa que en su país, aquí en Argentina pasaba lo mismo que en España, indiferencia pura...
pensé que ibas a contar que lo habías ido a ver, quiero después una entrada con la vivencia de algún show de él por parte tuya... espero ver mas Prince por acá entonces...
PD: mañana viernes sale lo tuyo para allá!!!! ni idea cuando llega pero espero que en un par de días lo haga... abrazo!!!
Disfruté mucho esa moto. Tenía una pegatina grande de vinilo, una especie de bandera, así que en la parte roja recorté las letras y el símbolo y funcionó muy bien, no le afectaba el calor. Cuando ya empecé a tener niños vendí la moto a un amigo, la echo de menos....
ResponderEliminarY sí, muy pronto contaré uno de mis conciertos de Prince. Lo que allí me ocurrió fue... INCREÍBLE... Gracias por comentar!!
Esa gira fue insuperable y Prince llegó a la cúspide tanto comercial, de popularidad y de forma. Tecnicamente puede tocar hoy mejor pero ese "vibe" salvaje-espiritual no lo volvió a tener a esta potencia. Un concierto de SOTT cambió mi vida y Lovesexy fue algo indescriptible. Salía la gente del concierto en un extraño silencio. Una cosa muy rara...
ResponderEliminarYo con 18 años y mi novia de entonces ni comentamos nada hasta el día siguiente.
Qué curioso eso que dices del silencio al terminar el concierto... Pero es comprensible, demasiado impacto sensorial y calidad al mismo tiempo, y esa atmósfera religiosa... Uffff qué afortunado asistir a esta gira y a la de SOTT!!! Yo lo ví por primera vez en la gira del 90.
ResponderEliminarGracias por tu visita y tu comentario!!! Te aseguro que la entrada que estoy a punto de publicar te va a gustar!!!
La retransmisión en Tve de la gira Lovesexy, aquel verano del 88 cambió mi vida para siempre. Tal vez Sign of the times sea más perfecta. Pero Lovesexy es el espectáculo que me marcó, mi debilidad. Nunca me cansaré de verlo. No me extraña que la gente saliese en silencio... les envidiaré toda mi vida por presenciar aquel prodigio. Asistí al primer concierto de Prince en España en estado de semięxtasis. Porque yo lo que quería en realidad era haber presenciado mi amado Lovesexy tour.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Soy de los que quedaron transformados por este concierto, sin duda irrepetible. Para mí fue el mejor Prince. También asistí por primera vez a un concierto suyo en la gira del 90, concretamente en Marbella. Gracias por comentar!!!
EliminarPues me pasó igual que a vosotros. Me quedé con la boca abierta, tocado. Jamás había visto nada tan completo. Fueron miles de impactos.Cómo podía ese tío componer, tocar, bailar así. Y cantar. Y Cat y Sheyla E. Jo....
ResponderEliminarDesde entonces me compré todo hasta el 2000 más o menos.TODO. Y flipé más.
Y todo esto es porque andaba buscando, aún hoy, a ver si había una edición Blu Ray del concierto.
Gracias por "la crónica", que me ha parecido muy buena.
PD: Mi equipo era Aiwa
PD: un día en MArbella fui invitado de pronto a un concierto "secreto" o "sorpresa" en Marbella, en la Plaza de Toros. No recuerdo si fué el que dices del 90.
Qué bueno!! Me pasó como a ti!! Después del concierto de Lovesexy caí rendido a Prince y empecé a comprar todo lo que podía, jajaja... De hecho gracias a ello pude comprar muchos vinilos de singles y Maxis preciosos que luego se fueron agotando y que hoy son una colección privilegiada.
EliminarEn Marbella estuvo en el 90 y el 98. Debió ser emocionante esa invitación "sorpresa" eh?? Gracias por comentar, si vuelves otro día dime tu nombre, saludos!!
Soy el anónimo de antes, Manu D. Estuve en un concierto en la plaza de toros de Marbella en Agosto del 98. Fantástico. Estaba invitado Larry Graham, de Sly and the family stone tocando con él. Nos lo presentó el propio Prince.
ResponderEliminarRecuerdo detalles como que detrás mia, a poquísimos metros, en la torre de control del espectáculo, en plan VIP, estaban Donatella Versace y Maite Garcia.Y lo mejor: varias horas antes, los que esperábamos pacientemente en la puerta del recinto vimos acercarse una limusina blanca, se hizo el silencio, se bajó el cristal de la ventanilla y... Sí!!! Era él. Nos saludó a los que estábamos allí esperabdo desde temprano. Momento inolvidable...
Grandísimo concierto Manu!!! De hecho, tengo pendiente redactar una crónica pues yo también asistí. Sin duda, uno de los mejores y más largos de su carrera (más de 3 horas de concierto), y muy emotivo por el estado de forma y emocional de Prince.
ResponderEliminarGracias de nuevo por pasar por aquí! Abrazo!!!