MARTROPÍA: Radiografía a Spinetta...






     ¿Cómo es el proceso creativo de Spinetta? ¿Cuáles son sus músicos más admirados? ¿Cuál es su visión del mundo, de la vida, la naturaleza, los sueños del hombre? ¿Qué significa para Luis el tema "La montaña"? ¿Con qué medio se grabó "Peluson of Milk? ¿Quién inspiró "Muchacha ojos de papel"?



     Martropía: el estado de ensueño producido por la visión súbita de puentes amarillos. Y el vértigo que sobreviene al cruzarlos.

      Ésta es la definición que Juan Carlos Díez da al extraño título con el que ha bautizado su obra, una colección de entrevistas a Luis Alberto Spinetta  y una serie de reflexiones en base a las mismas. No encontrarás ningún otro significado, ni falta que hace; al leer lo de “puentes amarillos” todo cobra sentido para cualquiera que conozca la discografía del Flaco.

      Siempre quise tener un buen libro sobre Spinetta, mejor una buena biografía, y no fue fácil. Hace unos diez años le seguí la pista a un libro ya descatalogado y del que no era posible encontrar ejemplares, y abandoné la búsqueda. Con el desarrollo de internet empezaron a surgir biografías en la red bastante completas donde solamente tenías que pinchar y leer.... pero siempre se echa en falta el papel....
         Llegué a saber de Guitarra negra, editado originalmente en 1978, pero que no es una biografía sino un libro de poemas escritos por el Flaco: fascinante pues, pero también muy caro al ser casi todo reventas a precios cercanos a los 100 $. 



       La oportunidad llegó con el famoso Kindle, un gran invento para determinadas obras, aunque para otras sinceramente siempre será mejor el tacto del libro. En este caso, hace apenas cinco meses, se ha editado la versión digital de Martropía, a un precio de 5'69 €. La edición original fue en 2006 y actualmente también está descatalogada.
         La descarga inmediata del libro de Juan Carlos Díez me permitió zambullirme súbitamente en el mundo de Spinetta. Como pincelada del contenido, lean a continuación parte del prólogo:

      "En más de una madrugada tuve el privilegio de escucharlo en la quietud de una cocina aromada de azafrán, de compartir como un regalo sus canciones, algunas, incluso, sin terminar. ´Pero mirá adónde va esta melodía´, me comentó una vez, ocupado en descifrar el bosquejo que había delineado en una guitarra eléctrica desenchufada que sonaba a él." 
         
        "Las cenas, casi siempre preparadas por el Flaco, eran un recreo antes de seguir trabajando en el libro. Luis Alberto, siempre irónico, especialmente consigo mismo, sabía cómo hacerme reír. Por ejemplo, cantando a capella ´Soy un buen beatle´, un tango de su autoría que interpretaba en ese estilo melodramático y absurdo, propio de muchos tangueros. También compartíamos algunas lecturas o escuchábamos música."

        "En algunas ocasiones lo vi trabajar en el estudio o con su grupo en los ensayos. Allí descubrí al músico preocupado por llevar adelante sus ideas con el entusiasmo de quien, lejos de recostarse en sus logros, prefiere cambiar de piel y adentrarse una vez más en la montaña hasta encontrar el cuarzo fulgurante de las nuevas creaciones."

      "Siempre le quitó solemnidad a su obra, a su trayectoria. ´Es que yo no soy un fanático mío´, me decía. Sin embargo, ahí están sus huellas profundas, sus caminos serpenteantes recorriendo territorios tan cercanos como misteriosos; ritos de pasaje sostenidos por el apasionamiento y la creación de una forma propia de belleza que abarca no sólo letras y músicas, sino también la estética sonora con que se presentan."

      " ´Hay días en que tengo el escepticismo de ver quién soy realmente´, me confesó con voz grave aquella madrugada, antes de entusiasmarse como un adolescente tocando nuevas melodías aún sin letras. Regresaba de un viaje y su valija estaba apenas abierta. ´Las canciones son sólo paraísos artificiales´, susurró inocente, intrigante.
         Y se perdió en la salina."





     Siempre faltarán preguntas, las nuestras, las que cada uno de los que ha "bebido" Spinetta lleva dentro. De hecho, el resultado la lectura de esta obra no es del todo satisfactorio, pues se echan en falta otras referencias, otros derroteros por los que haber derivado esa conversación que se fraguó allí: en el estudio privado de Luis, en la sala de grabación de Diosa Salvaje, o en la cocina atestada de amigos que no hacían otra cosa que recordarse anécdotas de viejos rockeros...
     Pero ¿qué esperábais? ¿una entrevista hecha al corte de lo que Spinetta inspira a cada uno? ¿acaso es eso posible?...

Comentarios

  1. tengo el libro y nunca lo leí profundamente, me hiciste ganas de hacerlo ahora...

    el prólogo demuestra la modestia y humildad de el Flaco... no falsa porque hay miles de ejemplos de ello... nunca me voy a cansar de escucharlo, de leer post sobre él ni de escribirlos... salu2 master

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  2. En esta lectura hubo partes especialmente interesantes, otras no tanto, como en todo, pero fundamentalmente porque todos llevamos dentro una serie de interrogantes que quisiéramos haberle planteado al Flaco, y es imposible que es libro responda a todos. Me llamó especialmente la atención la enorme influencia que tuvieron los Beatles en su momento, tanto, que me hizo dudar de la determinación de escuchar a los Beatles solamente si algún día nada de lo demás me atrae (lo cual me parece imposible). Abrazo grande!!

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