Prince Spotlight: piano and a microphone. Crónica de una gira asesinada.

     Este comienzo de noviembre ha sido muy intenso en muchos aspectos. El lunes 9 nos recibía con una noticia que corría como la pólvora en la red y en los grupos de whatsapp: después de 17 años, Prince volvería a España como parte de un recorrido muy especial en su nueva gira europea.

     Todo tipo de reacciones de alegría se sucedían entre sus fans, la cual iba en aumento conforme se iban conociendo detalles, como por ejemplo, que fue el mismo Prince quien anunció el evento aprovechando un concierto que ofreció en Paisley Park el domingo anterior. "¿Hay alguien de Europa aquí? -decía- ok, podéis hablar de la gira a vuestros familiares y amigos."

     Allí mismo, unas horas antes, el artista presentó en una rueda de prensa el esperando evento, bajo el título Prince Spotlight: Piano and a Microphone.

     Como su nombre indica, estamos ante un formato totalmente nuevo, pues los unicos protagonistas en este caso serían Prince y un piano de cola. Nada de músicos, bailarines y parafernalia festiva.

“¿Por qué hago esto ahora? Por varias razones. Para empezar es un reto. No quiero tener malas críticas, pero tampoco volver a hacer lo que estoy seguro que sé hacer porque lo he hecho durante 30 años. Hay que probar cosas nuevas. Con el piano es más desnudo, más puro. 

Puedes ver exactamente lo que hay"

    La gira europea estaría diseñada para recorrer algunos de los principales teatros de grandes capitales, a lo largo de 11 países en un total de 16 conciertos, siendo el primero de ellos el 24 de noviembre en Viena. Si ya de por sí el formato es toda una novedad y supone una ocasión especialísima para disfrutar de Prince, para colmo en España nos encontramos con un vacío de 17 años; demasiado tiempo esperando al genio, por lo que las expectativas, con un único concierto en el Liceo de Barcelona, eran tremendas.

   

     DESPUÉS DEL ANUNCIO...

     Total, ahí estaba yo, como muchos, avisado por el amigo Dani, escudriñando internet a la caza de nuevas noticias. Y así transcurrió la semana, con publicaciones confirmando el evento, incluso noticieros en televisión, con toda una campaña propagandística en internet que ya daba fechas, lugares, y anticipaba el día de apertura de taquilla en la red y los posibles precios.

    El miércoles 11, en la plataforma del teatro Konzerthaus de Viena (el primero de la lista provisional), se podía leer lo siguiente:

     De modo que ya estaba confirmado el inicio de la gira. Tan sólo quedaba conocer los precios, cuestión que quedó despejada esa misma tarde:

    

      Como puede apreciarse, los precios eran astronómicos, a lo que habría que añadir una posible reventa ante la previsible demanda.

      Mientras tanto, algunos nos poníamos en contacto con el Liceo de Barcelona, donde no confirmaban nada pero daban el concierto como probable. Y sí, empezábamos a temer unos precios más  que respetables.

     LLEGÓ EL VIERNES 13

      Entré a primera hora de este día en la web del Konzerthaus, justo en la apertura de taquilla, y encontré esto:

     Sin un motivo claro, se aplazaba la venta de entradas; muchos lo achacaban a detalles de agenda y/o negociaciones de última hora, aunque otros hablaban del malestar de Prince ante los reventas ilegales, que ya se anticipaban al evento ofreciendo entradas a precios desorbitados... entradas que aún no tenían...

     Fuere como fuere, el fatídico día nos trajo por la noche la terrible masacre de París, y esto sí supuso un punto de inflexión. Tan solo fue necesario esperar al lunes para conocer lo que algunos ya intuíamos: Prince cancelaba la gira europea por motivos de seguridad. 

     Se utiliza en el cominicado el verbo "posponer", pero todo indica que esto está cancelado del todo, entre otras cosas, porque el riesgo de atentados no va a disminuir radicalmente a corto o medio plazo, así están las cosas por aquí. Además, es lógico pensar en el peligro real en este tipo de recintos y con tanta proximidad al artista.

     Por si fuera poco, nuestro amigo Prince, norteamericano a más inri, se expone mucho en los conciertos, acostumbrado a interactuar y bromear  con su público. Mucho me temo que van a quedar lejos aquellos tiempos en los que sus fans (yo entre ellos), tuvimos la posibilidad de ser invitados por Prince a subir al escenario. Pero lo peor es que, al margen de posibles consecuencias en futuros conciertos, de momento, nos hemos quedado sin gira europea.

     No ha sido el único evento cancelado, aunque otros artistas, como Madonna ayer mismo en Barcelona, sí han actuado tras los atentados; también es cierto que cancelar una gira con entradas vendidas y contratos cerrados es mucho más complicado que hacerlo en el momento en que Prince lo ha hecho.

     Sea como sea, está claro que se ha perdido una de las oportunidades más especiales. Aquel medley a piano que en la gira de Lovesexy nos supo a gloria (ver aquí), tendrá que esperar, y quién sabe por cuánto tiempo. Y esto es sólo un mal menor; una ramificación de ese mal absoluto que dejó muerte, desolación y miedo. ¡Quién sabe! Tal vez sea mejor así.