Miguel de la Quadra Salcedo

     

foto: diariodenavarra.es

     Nómada curioso. Así se definía Miguel. Un hombre sin límites que dejó honda huella como deportista, reportero, aventurero y hábil negociador. Su corpulencia y voz profunda eran atributos que sabía emplear bien, adornándolos con su impecable don  de gentes y su perenne sonrisa.

     En 1960 representó a España en los Juegos Olímpicos de Roma, tras haber logrado varias marcas mundiales, y batió la plusmarca del lanzamiento de jabalina; su récord, aún imbatido, no fue sin embargo homologado como tal por su forma peculiar y poco ortodoxa de lanzar.

foto: elespanol.com

    Tras esta etapa fue reportero destacado en conflictos bélicos y ambientes de importante tensión internacional, mas su espíritu fuerte y audaz le ayudó a obtener muy loables logros periodísticos, como la cobertura de la muerte del Che Guevara, o la crisis de la República Democrática del Congo, donde fue condenado a muerte por grabar el fusilamiento de 300 prisioneros.

     Su inquietud aventurera le llevó en los ochenta a crear la famosa Ruta Quetzal, una iniciativa para unir culturas y países con la participación de miles de jóvenes en un recorrido único por tierras Iberoamericanas. Y desde entonces ahí ha continuado hasta hoy, como director de la que hoy se llama Ruta Bbva, agitando sus fuerzas en la preciosa iniciativa de saborear la naturaleza, y al mismo tiempo rescatar de la memoria olvidada a viejos pueblos y civilizaciones.

    foto: culturaelpais.com

     Su animal favorito era el pájaro Quetzal, el cual, como él mismo contaba, "en cuanto lo encierras en una jaula, muere...". Y así, como el Quetzal, ayer nos dejó Miguel, luchando, infatigable, por evitar la jaula que imponen los años y la enfermedad. Descanse en paz.