Nana Vasconcelos. Un percusionista para la historia.
Lo conocí a través del disco Estrangeiro, en una de las colaboraciones más luminosas con el gran Caetano Veloso. Cuando aún no conoces mucho la obra de Caetano, la escucha inicial de este disco te sitúa en un escenario diferente a lo que uno seguramente espera. El piano contundente, el timbre de voz y las guitarras de Marc Ribot y Bill Frisel crean un primer golpe sonoro que anticipa algo grande... y no tarda en llegar la confirmación cuando entran en escena las percusiones de Naná Vasconcelos.
El pasado día 9 Naná nos dejó. Parece que este 2016 se ha empeñado en llevarse a muchos de los grandes músicos que nos han venido acompañando en las últimas décadas; esperemos que la racha dure poco. Son muchos los registros sonoros que atestiguan la calidad de este músico y compositor que ha colaborado con otros muchos artistas, y es que, como decía estos días Caetano en su Facebook, Naná ha sido uno de los más grandes artistas de todos los tiempos en cualquier área.
Los percusionistas de este nivel tienen la virtud de tocar instrumentos, crear otros nuevos, y falta de ellos, utilizar cualquier cosa que tengan a su alcance para dar rienda suelta a sus vibraciones innatas. Naná llegaba aún más lejos, pues él mismo prolongaba su naturaleza en contacto con lo que fuese para darle una vida superior al instrumento en cuestión. Así nos relataba él mismo los virtuosismos que transmitía al berimbau, instrumento de una sola cuerda que en sus manos recreaba una sonoridad hasta entonces desconocida: "Creo un ritmo que tiene dentro maracatú (ritmo nordestino) y samba, pero sin ser ni una cosa ni otra. Lo gracioso es que lo que hago con el berimbau de la capoeira, como instrumento solista, viene de haber escuchado a Jimi Hendrix. Los instrumentos no tienen límites".
En otra ocasión comentó: "La idea es usar la percusión como una orquesta. A través de los sonidos quiero recrear el entorno selvático y los cuatro elementos: agua, aire, tierra y fuego. Y replicar el entorno visual, que es igual de importante."
Su audacia y compromiso con los sonidos y el ritmo le llevaban a ejecutar las piezas musicales acompañado muchas veces también de la voz; pero era su desempeño con los mil y un instrumentos de los que se acompañaba lo que realmente generaba ese halo especial del que muy pocos pueden hacer gala.
Como leí por ahí alguna vez, Naná Vasconcelos será recordado como el percusionista que sonaba... como el Amazonas.
¡Qué bueno ver en tu blog referencias a la música brasilera!
ResponderEliminarA mí me encanta la música de allá. Nana parecía venido desde otro planeta, nada más cierto que la última frase que pusiste.
La banda que más me gusta de brasil es Legiao Urbana ¿Los escuchaste alguna vez?
http://frodorock.blogspot.com.ar/search/label/Mi%20Pasi%C3%B3n%20por%20Legi%C3%A3o
Qué alegría que pases por aquí Frodo. También por tu gusto sobre la música brasileña, donde hay tanto bueno...
ResponderEliminarMe pongo ahora mismo a buscar sobre esta banda que dices, la cual no conocía. Gracias y fuerte abrazo!!
Los dos son fans de la música brasilera, eso me consta, aunque yo no comparta ese gusto mas allá de Paralamas y algo de Caetano... Bueno, no es poco ja... Saludos a ambos...
ResponderEliminarSí, Frodo y yo compartimos algunos gustos musicales y eso siempre es agradable. Y Caetano es grande eh? Abrazo!!
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