La muerte de David Bowie: crónica de un encuentro imposible.
Llegando al trabajo en este lunes tormentoso, escuchando "My death", dudaba si empezar a escribir esta entrada, esperanzado aún en la posibilidad de que se desmintiese la noticia. De forma inusual para mí, a la par que preparaba el desayuno abría mi cuenta de facebook, en la que encontraba directamente lo siguiente:
Fechada en el día 10, la página oficial de Bowie en Facebook anunciaba su muerte después de 18 meses de batalla contra el cáncer, a la par que pedía a quienes compartimos esta pérdida, respeto a la privacidad de la familia.
La noticia apenas llevaba 18 minutos en la red, y por más que busqué en noticiarios y google, aún no se confirmaba nada, y lo poco que logré encontrar fue una noticia que desmentía el rumor.
De vuelta a los comentarios de su facebook, se mezclaban sentimientos de amarga sorpresa con otros de incredulidad, pero poco a poco empezaban a llegar confirmaciones de que esto era cierto.
Finalmente, en torno a las 8'10, varios noticiarios reputados comenzaban a dar los grandes titulares. El propio hijo de Bowie, Duncan Zowie, anunciaba lo siguiente: "Tristemente lamento decir que es cierto. Estaré ausente durante un tiempo. Os quiero a todos."
Ya solo quedaba digerir la noticia y comunicarla a los amigos: Carlos, Dani, Pedro, fieles seguidores del Duque Blanco, sucumbían a la dura sorpresa. Porque la forma la en que su muerte ha rodeado los últimos acontecimientos en torno a su obra, ha sido tremenda; y me explico.
Hace un par de meses se anunciaba el lanzamiento de su nuevo disco, Blackstar, al mismo tiempo que presentaba el videoclip del tema con el mismo nombre. Ya se confirmaba el deseo de que el lp fuese publicado el 8 de enero de 2016 al coincidir con el cumpleaños del artista.
Durante esta pasada Navidad lanzaba el video de "Lazarus" para poner la miel en los labios, y muchos medios que habían tenido acceso al contenido íntegro del lp comenzaban a publicar sus críticas, por cierto, tildándolo en ocasiones hasta de obra maestra.
Por fin llegó el pasado día 8 y tal y como esta previsto, el disco fue catapultado al estrellato, con innumerables guiños en redes sociales y medios, sin que nadie intuyese, ni por asomo, que al día siguiente David Bowie estaría agonizando.
Y es que la forja del artista ha salido hasta en los últimos momentos. Mantuvo en secreto una lucha titánica de 18 meses y aguantó hasta el final, vio publicada su obra, y el domingo, día de descanso preceptivo, murió en paz.
Ya no podré verlo en directo, posibilidad que de todas formas se esfumaba en declaraciones hechas por el mismo artista en la época de "The next day", en las que afirmaba su negativa a salir nuevamente de gira. Perdí mi oportunidad en el 93, pensando que seguramente habría más ocasiones... y las hubo, aunque ninguna fue propicia. A pesar de todo siempre estará cerca y seguiré disfrutando su legado.
Y sin saberlo, ayer mismo me despedí de él, cuando en una conversación providencial al salir de misa, mi hija Rocío me preguntó si Bowie creía en Dios, y le contesté: "Sí, pero hay que rezar por él como por el resto de los artistas"...
D.E.P pero por lo menos tuvo una buena vida y ha dejado un montón de discos 😊 yo voy a escuchar ahora el último que sólo había escuchado tres canciones...seguramente su hijo hará algún documental o película sobre él 😊
ResponderEliminarSí, no le ha ido mal, pero aún no estábamos preparados...
EliminarSin palabras... Sabes que es uno de mis grandes ídolos...
ResponderEliminarTardaré dias en digerirlo... Creo que toda una vida en verdad... Abrazo...
Seguro, estoy en la misma fase... Abrazo amigo.
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