H.R. Giger y Malik Bendjelloul : el misterioso capricho de la muerte


     Es curioso cómo la muerte se va haciendo presente entre nosotros y cómo se las ingenia para poner patas arriba, una vez más, todas nuestras pueriles teorías sobre "la hora de partir".
    Acostumbrados como estamos a "establecer" nuestras teorías sobre la muerte, construídas casi siempre a golpe de martillo sobre unos cimientos falsos que nosotros mismos diseñamos a modos de "esto no suele pasar", "seguro que no se cuidó lo suficiente" o "hay muchas formas de prevenir para que esto no pase", la guadaña vuelve a asomar con situaciones curiosas y llamativas. Y todo para que no nos hagamos películas fáciles y asumamos la debilidad y lo incierto de "nuestra hora".
    A la triste pérdida de un deportista de élite, como fue el caso de Yago Lamela y tantos otros, siempre solemos buscar argumentos justificativos (y mira que en estos casos es difícil), así como para alejar la sombra negra lo más que podamos.


     Fijémonos ahora en lo curioso de dos muertes tan cercanas en el tiempo y tan diferentes por los protagonistas. Acabamos de conocer el deceso de Hans R. Giger y Malik Bendjelloul, personas completamente diferentes y con el único nexo en común de haber recibido un Óscar de por sus únicas participaciones en el mundo del cine. Por lo demás, dimensiones personales absolutamente distintas... y dos pérdidas enormes en el mundo del cine y las artes.



     HANS RUDOLF GIGER


     Recuerdo a principios de los ochenta, siendo aún un niño y sin haber visto "Alien 8ºpasajero", que cayó en mis manos una revista en la que se detallaban muchos de los decorados y engendros mecánicos empleados para lograr los efectos especiales de esta fascinante película. Lo que más me llamó la atención fueron los "storyboard" empleados como esquema básico del guión,  y en el que figuraban alucinantes dibujos hechos por Giger, inspirados en su obra. Y es que este genio nacido en Suiza en 1940 mantendrá siempre un vínculo con la película Alien, pues su aporte en el diseño de la criatura y muchos de los escenarios le valió el Oscar en 1980 y lo convirtió en una referencia mundial. 


     El introvertido y tímido niño que acabó de mayor estudiando arquitectura para contentar a sus padres, demostró una habilidad especial con distintas técnicas en trabajos manuales (modelación) a los que se sumó en la madurez una muy depurada utilización del aerógrafo. Sus estudios también de ingeniería industrial y su obsesión por las máquinas lo llevaron a idear mundos oníricos y oscuros donde la biología y la sexualidad deformada se confunden con la robótica en ambientes tétricos plasmados en muchas de sus obras. Este pintor y escultor acabó llamando la atención de Ridley Scott, lo que finalmente lo catapultó a una colaboración intensa en el mundo del cine (varias de la saga Alien, Species, la frustrada adaptación de Dune por Jodorowsky...).


      De hecho, la versión remasterizada de Alien en su formato DVD incluye un especial "the making of" que es tan alucinante como la propia película, y donde se plasma la influencia y el proceso mediante el cual Giger se hizo con el control del diseño de gran parte de las criaturas y escenarios, con la complicidad de R. Scott.






          Etiquetas como esoterismo, obsesión biomecánica, o sexualidad subliminal tiñen con un toque siniestro toda la obra de este artista singular, fascinante para muchos y macabro para otros, y cuyo legado se puede contemplar hoy en día en el museo que él mismo fundó en el 98 en su Suiza natal.




    
       Parte del dramatismo que marca la carrera de Giger puede estar fundamentado en el fuerte impacto que le supuso el suicidio de su pareja, la también escultora Li Tobler en el año 76.
    Una vida desde luego no común, embuída en paisajes de pesadilla y donde la personalidad del artista y su mirada perturbadora no han contribuído sino a aumentar la leyenda.


     


MALIK BENDJELLOUL


     Ya hablé sobre él en una entrada anterior (ver aquí), cuando aluciné con el trabajo que lo dio a conocer a nivel mundial el año pasado. El visionado de su famoso documental supuso para todo espectador una catarsis de vida y esperanza frente a la rutina del día a día, un elixir necesario para despertar del letargo de la indiferencia y saber agradecer por tan bellas historias como suceden...

     Este joven periodista nacido en el 77 en Suecia, realizó determinados trabajos para varias cadenas suecas de televisión, y en un momento determinado eligió el documental como forma de expresar su vocación de "contador de historias", como a él le gustaba definirse. Tras varios reportajes centrados en determinados músicos conocidos (Elton John, Rod Stewart, Björk...), siguió buscando por el mundo historias que contar, pensando siempre en el formato del documental como medio elegido.



     Su mayor hallazgo vino en un viaje por Sudáfrica en el que, hablando con un taxista apodado "Sugar", conoció la fascinante historia de Rodríguez, un músico americano con augurios de gran estrella pero que desapareció en el olvido entre rumores de suicidio.
     Su labor de investigación sobre lo que supuso esta historia entre la juventud sudafricana en tiempos del apartheid le llevó a desarrollar el tremendo documental que el año pasado conoció fama mundial y que le valió un Oscar de la academia a este director novel de tan sólo 35 años. Nacía la leyenda de "Rodriguez, searching for sugarman".








     Éxito, fama mundial y un futuro prometedor fueron las consecuencias más inmediatas de este giro inesperado en la vida del sueco. Sus mensajes de vida y esperanza trasmitidos por el documental sirvieron de inspiración e hicieron vibrar a millones de personas en todo el mundo, y la figura de Malik quedó unido a esta especie de resurrección del desaparecido Rodríguez. 




      Malik y Giger han coincidido en su encuentro con la muerte a comienzos de esta semana. El primero, ataviado con la carga oscura de su obra y persona, debido a un tonto accidente al caer en la escalera de su casa. Tenía 74 años.
     El segundo, todo una promesa que abanderaba la imagen de la ilusión por la vida, fallece a los 36. Además, paradójicamente la causa de la muerte ha sido el suicidio, por lo que no podemos hablar de "mala suerte", pero... ¿acaso él eligió la depresión que arrastraba desde hace tiempo y que lo llevó a la desesperación?

      La muerte, caprichosa, traicionera, no sabe de fechas ni de circunstancias. No perdamos la esperanza en la otra vida y busquemos a Quien mejor respuesta dé a nuestras preguntas, pero no caigamos en la tentación de mirar para otro lado... como si no fuera con nosotros.

     Hans, Malik, descansen en paz.



DAVID BOWIE: MY DEATH

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