Veneno eléctrico: Black Joe Lewis



     Hablamos de Black Joe Lewis. Artista texano de color que tuvo su debut en el año 2005 con el ep Black Joe Lewis and the cold breeze. Oriundo de Austin, su música plagada de sonidos negros enraizados en el blues y soul clásico, le otorgó un buen cartel desde el principio, pero empezó a ser aclamado a niveles mayores con la publicación de su segundo álbum, titulado Tell 'em what your name is!
     El que ahora traemos aquí como referencia, no es un lp reciente, pero sí el último editado de este gran artista, desconocido para mí hasta hace unos meses. Todo un descubrimiento que comparto ahora con todos los que busquen emociones fuertes.



     ELECTRIC SLAVE (2013)

     Y es que escuchar este disco fue como estar contra las cuerdas... en una mala tarde. Ya sabes, aquello del púgil confiado que sale al encuentro de su contrincante pensando que todo lo sabe sobre él (un poco de blues y soul edulcorado con buen funk, pensé...)
     El sobre aviso de Mary en su blog Courtains no fue suficiente, y aunque advertido (o precisamente por eso), me decidí raudo a comprar este disco (algo que necesitaba pues la crisis ha distanciado enormemente los tiempos entre compra y compra). Y una vez en mis manos, me dispuse a escucharlo, como si de cualquier cosa se tratase...
    
      
     El primer gancho de izquierdas vino con la contundente distorsión de guitarra que encierra el tema de inicio: un soberbio Skulldiggin que hizo que me situase en el terreno eléctrico y vibrante que sobre el que se libraría este combate.
     Un poco de garaje con Young Girls para despistar, y la mole de contrincante se me presento inequívoca con el toque Hendrix de Dar Es Salaam. Delicia y veneno en la dosis justa para darme cuenta de que la pelea sería de lo más interesante.



     
     Y siguió la paliza: Black Joe me seguía deleitando ahora con vibraciones funk servidas en bandeja por su potente banda The Honeybears, la cual incorpora en este lp una brillante sección de metales que despuntan tan alto como las guitarras: una delicia muy a lo James Brown en temas como Come to my party o My blood ain't running right.
    No falta el blues más tradicional en temas como Vampire, pero siempre todo ello de una otra forma eléctrica, como el rayo que se visualiza en la portada.

    
     Rotundo, k.o. tras once asaltos infernales con un siempre presente concepto de rock como base. Aliños de distorsión sonora servidos con malicia suficiente como para incomodar algunos oídos en la primera escucha... Y es que el premio lo saborean sólo aquellos que perseveran. Mi consejo es que se insista un poco para deleitarse durante mucho...

    Mientras tanto, aquí seguiremos,  esperando  al nuevo trabajo después de un año de sequía. No tardes Joe... nos serviste el veneno pero no el antídoto...

Comentarios

  1. me gustó... muy buena voz la del negro aunque me hubiese gustado que no sea tan perfil bajo.... pero se los nota compactos y que saben tocar (bueno el bajista eh)...

    será cuestión de seguirles el rastro entonces... abrazo...

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    Respuestas
    1. Seguro!! Hay que tener vigilado a este tipo. Irá deparando gratas sorpresas! Abrazo fuerte!!

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