Nothing compares 2 u. Los secretos de la grabación original de Prince.

      No hay nada más triste que perder a quien se ama y no encontrar la forma de recuperarlo. Tal vez el primer paso desesperado consiste en lanzar un grito de auxilio en forma de lamento, admitiendo que necesitamos a esa persona más que a nada, y de paso, reconociendo que no todo lo hemos hecho bien...  De eso va esta canción, solo que en este caso, además del  profundo sentimiento expresado en la letra, contamos con una melodía exquisita y una ejecución magistral en el magnífico single sorpresa que nos hemos encontrado este año. Vamos pues a entrar en materia:





LA EDICIÓN DEL SINGLE CON LA GRABACIÓN ORIGINAL


     Utilicé la fotografía de arriba en una publicación anterior, pensando simplemente que se trataba de un homenaje a Prince haciendo uso de una de sus canciones más conocidas bajo una imagen icónica. Hoy, recuperando horas pendientes de navegación por la red, me he enterado (bastante tarde), de que se trata de la portada de un single oficial editado el pasado mes de abril; y es que, hasta la fecha, nunca habíamos podido escuchar la versión original de este famoso tema. 
     Tras el imperceptible impacto del disco de The Family en el que fue incluida por primera vez (hay que decir que este grupo creado por Prince la interpretó excelentemente), el mundo tuvo que esperar a que la irlandesa Sinnead O’Connor la pusiera de moda en todas las emisoras de radio, consiguiendo, como otros artistas, un éxito rotundo gracias a una composición de Prince.
    Una vez memorizada en nuestra retina musical, Prince la cantó en algunos directos, e incluyó una grabación cantada a dúo con Rosie Gaines en el recopilatorio de los 90 The Hits. Pero lo que no sabíamos con seguridad, aunque se intuía, es que existiese una grabación de estudio cantada por su autor genuino. De hecho, se ha escrito en varias ocasiones que sí existía, pero que la pista original que contenía la voz de Prince había sido borrada accidentalmente, por lo que la sorpresa ha debido ser mayúscula para muchos.



     Así las cosas, pasados todos estos años, realmente me he sorprendido al oír hablar de este lanzamiento, el cual se ha efectuado solamente en formato físico de vinilo de 7 pulgadas (además del imprescindible formato de descarga digital). Como curiosidad, decir que el primer día se puso a la venta una tirada limitada de 1984 copias (como el año de grabación), en vinilo de color púrpura, el cual ya se cotiza en el mercado de segunda mano cercano a los 100 dólares.

Tirada especial que incluyó vinilo con fotografía y camiseta.


LA PRIMERA ESCUCHA

    Saber de esta novedad y buscarla para la descarga fue tan solo cuestión de un minuto, en la sobremesa, y me acompañaba como testigo de mi emoción mi compañera de cafés, esa que lleva más de dos décadas endulzándome la vida...



     Diría que en la primera escucha, el impacto emocional es doble, motivado por la triste pérdida de Prince y por la tremenda calidad de grabación del single. Ya se sabe que el falsete de Prince es increíble, pero a mí particularmente me ha cautivado siempre su timbre natural de voz, ese que con tanta claridad y nitidez se percibe al escuchar esta versión original. También ayuda el tempo empleado, algo más lento que el de las otras versiones, así como los preciosos coros de Susannah Melvoin y el cálido saxo de Eric Leeds. La ejecución es magistral, como en casi todos los trabajos de nuestro artista predilecto, y en nada se puede intuir que esta versión fuese una demo, sino una grabación perfectamente producida para poder ser  editada en algún lp o, como en esta caso, en formato de single. Pero por encima de todo, lo que más impacta es el profundo sentimiento que embarga al escuchar esta grabación y seguir la letra... -¡hablamos de una ruptura dolorosa, la letra es el trágico lamento de quien sabe que ha perdido al amor de su vida! Y ciertamente, escucharlo en voz de Prince conmueve (bajo ningún concepto este tema se debe interpretar a dúo, y menos con Rosie Gañán, jajaja...)
    


        En fin, momentos de dicha que invaden a quienes seguimos echando de menos a Prince, sobre todo cuando nos damos cuenta de que forma parte de nosotros con un peso específico masivo; sin duda, se nos queda preparado el cuerpo para recibir la siguiente entrega, apenas en unos días, cuando podamos saborear el siguiente disco que ha preparado la discográfica: Piano and a Microphono.  Pero eso, será otro día...


EL VIDEO DEL SINGLE

     Nunca se grabó un video para esta canción. Con objeto de promocionar ahora este single, se ha editado un video compuesto por imágenes de Prince correspondientes a la fecha de grabación del tema. En aquel verano del 84, Prince se reunía en un complejo que hacía las veces de vivienda y estudio de grabación, antes de que el genio acometiese la construcción de Paisley Park.
     Las imágenes de video muestran a un Prince muy distendido en los ensayos, bromeando, preparando las coreografías, tocando distintos instrumentos... un Prince más vivo que nunca...




LA HISTORIA OCULTA DE NOTHING COMPARES 2 U

     El nacimiento de la canción.

     La muerte de Prince ha posibilitado que algunas personas de su entorno íntimo hayan accedido a contar algunos aspectos de su carrera profesional, así como algunos otros asuntos de índole personal. Así por ejemplo, gracias a una publicación reciente pudimos enterarnos de cosas muy curiosas en torno a esta gran composición. Creo que es momento de contestar a preguntas como: ¿A quién va dirigida esta canción? ¿Cómo surgió su letra y música? ¿Por qué Prince no la incluyó en sus lp`s y decidió cederla a The Family? 

     Según comenta Susan Rogers, ingeniero de sonido que trabajó codo con codo con Prince durante los años más prolíficos de su carrera, en aquel verano del 84 nuestro artista llevaba un ritmo de trabajo frenético, casi de una canción al día. 
     En esa época el genio de Minneapolis mantenía un romance con Susannah Melvoin, la hermana gemela de Wendy (guitarrista en The Revolution), pero todo indicaba que la "conquista" no estaba siendo plena; y eso. a pesar de que todo el montaje de The Family parecía ser una excusa para dar protagonismo a Sussanna al mismo tiempo que podía hacer sombra a The Time (el otro grupo montado por él pero con el que no había terminado muy bien tras el éxito alcanzado de la mano de Purple Rain).

Susannah Melvoin

     Entre tanto, comenzó a tomar relevancia en la vida de Prince su asistenta de hogar, la joven Sandy Scipioni, de la cual al parecer se enamoró profundamente. Ésta, sin embargo, tuvo que abandonar la casa e ir con su familia por la repentina muerte de su padre. Por algún motivo la estancia fuera se fue perpetuando, y era frecuente escuchar a Prince preguntando: “¿Cuándo regresa Sandy?”. Un día, nos cuenta Susan, Prince entró en su habitación con un bloc de notas y, en el transcurso de una hora, salió con la letra de Nothing compares 2 u. 
     “La canción se grabó sobre la marcha, como un relámpago”, nos cuenta Susan.  Como siempre, ella fue montando las pistas conforme Prince iba grabando los instrumentos, uno a uno, así como la voz. Las superpuso y mezcló inmediatamente (el saxo de Eric Leeds se añadió unos días después), y tan pronto como terminó, Susan tuvo la completa seguridad de que este tema estaba entre los 10 mejores de toda la carrera de Prince; por algún motivo, sin embargo, decidió cederlo a The Family.
    La teoría de Susan Rogers vuelve de nuevo a Sandy, de la que ya no se supo más, pero que según ella recuerda, plantó algunas flores en el jardín del complejo donde Prince residía, y todo esto se refleja en la letra de la canción, donde dice:

“Todas las flores que plantaste en el jardín, nena, todas murieron cuando te fuiste. Ya sé que convivir conmigo a veces es difícil, pero estoy deseando intentarlo de nuevo”

     Para Susan, la forma en que Prince quería dar a conocer sus sentimientos era mediante las canciones que editaba para el público, y en este caso, quiso que este fracaso amoroso quedase en secreto, y decidió ceder el tema a The Family.

Susan Rogers en la mesa de mezclas.

      La grabación en el disco de The Family

    De modo que hace 34 años Paul Peterson, el cantante de The Family, recibió en casa de su madre un cassette con la grabación de Prince (la que ahora se ha editado), e instrucciones muy precisas de que adaptase el tono de voz y el sentimiento que se desprendía en la grabación de original. Siendo la letra un claro lamento sobre relaciones infructuosas, Paul Peterson se “metió” en el papel de quien tiene una depresión amorosa, acordándose para ello de una chica, Julie, que le destrozó el corazón en el instituto.

El grupo The Family, con Susannah Melvoin y Paul Peterson en el centro.

    El resultado del trabajo de Paul fue muy bueno, interpretando fielmente esta y otras canciones compuestas por Prince siguiendo sus indicaciones. Entretanto Susannah acompañaba con los coros, pues no debió ver Prince potencial en ella como cantante solista. El disco fue grabado y producido con muy buena calidad y contenía pistas muy interesantes, pero ciertamente este trabajo no fue promocionado convenientemente, por lo que el rotundo éxito de Sinnead O´Connor unos años después fue una especie de mazazo emocional para el vocalista. Al poco, sin embargo, Paul asimiló el hecho y se alegró por la ingente cantidad de dinero que Prince debía estar recibiendo por derechos de autor, y así se lo hizo saber al artista, el cual sin embargo le contestó: "No se trata de dinero...".
     Y es que, tras esta respuesta agria se encuentra el recelo que supuso este éxito rotundo de la irlandesa,  no solo por haber batido records de ventas con un tema desconocido de Prince (que casi nadie conocía), sino porque la idea de esta grabación surgió de Steven Fargnoli. Este antiguo manager de Prince con el que tuvo un litigio judicial multimillonario unos meses antes, ahora era manager de Sinnead O´Connor, y supo ver la tremenda calidad de la canción que aparecía en el disco de The Family pero que sin embargo no había sido promocionada de ninguna manera (no se editó en single y ni tan siquiera se filmó un video). La jugada fue perfecta pues con esta canción cualquiera que hubiese hecho una grabación decente podría haber triunfado como lo hizo Sinnead (siempre contando con el apoyo de una discográfica claro...), y fue una forma de vengarse por la "despedida" de Prince en los tribunales.

EPÍLOGO: EL IMPACTO AL EDITARSE LA VERSIÓN ORIGINAL 


Paul Peterson.

     El amigo Paul, el progonista oculto de la primera edición oficial de esta canción, consiguió conquistar a su añorada Julie, su primer amor de instituto, y estuvo casado con ella mas de 28 años. Hace unos meses se encontraba nuevamente en casa de su madre, recordando todo esto, y preparándose para volver a escuchar otra vez la grabación original, aquella que le entregaron en cassette para que imitase. No la había escuchado desde entonces, hace ya 34 años. Al darle al play tuvo que confesar: "Tío, me estoy volviendo loco..."

   Demasiados recuerdos, demasiadas emociones y demasiado amor... y es que pocas canciones llegan tan adentro como esta...

   Nothing Compares 2 Prince.

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