António Zambujo: QUINTO.
Últimamente la "parrilla de salida" de este blog se ve salpicada de sorpresas. Entradas a punto de ser terminadas se ven relevadas por otras imprevistas por distintos motivos.
La de hoy, surge por un comentario ayer del maestro Carlos sobre los dos mejores discos de 2012. Tenía claro el primero (Vers les leuers de Dominique A), pero no tanto el segundo. Me puso a prueba con Quinto, de António Zambujo, y para corroborarlo volví a escucharlo.
El género musical, fado en este caso, no es ni fácil ni difícil. Simplemente puede ocurrir que no sea de nuestro agrado (a mí me pasa con el heavy), que nos sea difícil (me pasa con el flamenco), o que por distintos motivos no sea de lo que más escuchamos o en ese momento más nos atrae.
Esto último es lo que a mi me venía pasando con este género que conocí hace años tras la escucha de "estranha forma de vida", con Caetano Veloso versioneando este tema muy conocido en labios de Amália Rodrígues. Y sí, tengo que admitir que el fado puede llegar a ser muy cansino, pero escuchar a Antonio Zambujo es toda una experiencia. Convertido en referencia internacional de la música hecha en Portugal, este artista que ha confesado su gusto por músicos como Joao Gilberto, Chet Baker o Tom Waits (su canción favorita es San Diego Serenade), combina elementos del jazz y la bossanova dándole al fado una consistencia especial que se torna única en su forma de cantar.
No es fácil describir la hermosura de escuchar a Zambujo, sobre todo la primera vez, toda una sensacion al oído que se ve invadido por una profundidad y un acento pausado portugués muy seductores. Tras la escucha de ayer, creo que el adjetivo exacto es finura. Ejecución del timbre de voz con exquisita precisión y no por ello técnicamente frío, sino recogiendo toda la calidez emocional que destilan sus letras. Muchos afortunados lo han podido corroborar en directo hace pocos días en Córdoba (Festival de la guitarra), Madrid y Cartagena (festival La Mar de Músicas).
El álbum en cuestión, además de una producción exquisita, tiene ordenados los temas muy inteligentemente, haciéndonos desfilar por sus quince temas (en principio muchos para un sólo disco) de forma sencilla y disfrutando del contenido.
Siempre volvemos a nuestras raíces; siempre tendré el rock-pop como base, el funky como subidón, el R&B como disfrute o el bossa nova como deleite, pero escuchar algo diferente, a veces nos viene bien, muy bien. No puedo añadir mucho más, simplemente recomendar este artista y dejaros una dulce muestra (auriculares, por favor...).
algo desconocido para mí, tanto el artista como el estilo de música (no así Caetano), así que será cuestión de ponerle la oreja y escucharlo...
ResponderEliminarmis estilos de música también coinciden con los que decís al final... (no puedo con el heavy!)...abrazo y paso de nuevo cuando lo oiga...
Bueno, reconozco que no es fácil enfrentarse a un disco de fados, y si estás en otra onda conviene que la dosis sea pequeña, pero es cierto que Zambujo es muy especial.
EliminarPor lo demás, seguimos coincidiendo!! Saludos con saudade !!