Mi encuentro con Prince en el escenario

     Barcelona,18 de diciembre de 1998. Tras un paso fugaz por España en el mes de agosto donde dejó boquiabiertos a propios y extraños con su concierto en Marbella, Prince regresa a nuestro país en una minigira que incluye en su circuito a Zaragoza, Barcelona y Madrid. Ayer se cumplieron justo 15 años de este evento que, musicalmente, no destacó de forma sobresaliente sobre el resto de los conciertos (el de Marbella sí lo hizo, pasando a la historia  como uno de los más grandes de Prince, le dedicaré su merecida crónica más adelante); pero para mí fue especial, pues mi mujer y yo conocimos a unos amigos de por vida (Dani y Cristian), y yo compartí unos minutos con Prince en el escenario.

SITUÉMONOS... 

     1998 fue el año anterior a la desvinculación contractual de Prince con la Warner, y a lo largo de estos últimos años de contrato, el artista alternaba trabajos editados con su propio sello (NPG records) con los obligatorios por su contrato vigente. A estos últimos dedicaba el menor interés (como el disco The Vault, compuesto casi de "descartes" de otros años, a la sazón un muy buen disco); a los propios, dedicaba ingentes esfuerzos promocionales fundamentados sobre todo en conciertos, al no contar con la logística que aporta una compañía discográfica fuerte.

Así, nos encontramos en este año con la publicación en junio del disco New Power Soul, cuya gira le trajo a Europa ese verano (en Marbella, glorioso concierto en agosto), para regresar a Estados Unidos en septiembre; luego volvió por estas tierras en diciembre, en el New Power Soul Festival Tour. 

     El disco en sí, editado por NPG,  sigue sin explicitar el nombre de Prince aunque sí aparezca su imagen en la portada, utilizando aún el famoso símbolo con el que se le identifica. Musicalmente es un buen disco con cortes más funk que el anterior, y muy aptos algunas de sus temas para ser empleados en el directo. 

     De vuelta a los conciertos en España, el diario El País resumía así la llegada del genio: "El Artista ha llegado de Miami a las 9 de la mañana. Viene, vestido de lamé y dorado, con tacones y lleno de cadenas de oro, para promocionar una mini gira europea de nueve conciertos que arranca en Lisboa el próximo día 15 y pasa luego por Zaragoza (día 17), Barcelona (día 18) y Madrid (día 20). Las entradas cuestan 4.500 pesetas, 5.400 si son con reserva de asiento. El Artista promete tres horas de show, la actuación estelar de Larry Graham ("un patriarca del funk"), nuevas canciones del último disco, New power soul, nuevas versiones de viejas canciones (su próximo trabajo será un disco con siete versiones distintas de su gran éxito 1999), y viejas canciones tal como fueron siempre ("hay canciones que son como hijas mías y no las abandonaré nunca").Después de 20 discos, y a sólo dos meses vista de su liberación total del conflicto con el conglomerado Warner Brothers, su antigua compañía, El Artista parece menos dedicado a crear cosas nuevas que a retocar masters antiguos. La explicación es bien sencilla: "De los antiguos sólo me queda el 15% de los beneficios, el otro 85% se lo queda la Warner, que por cierto tarda siempre un año en pagarme", refería el genio."

NEW POWER SOUL TOUR

El esquema era el mismo en toda la gira: un par de temas o tres del nuevo disco, alguno del anterior, y selección de temas clásicos con alguna variante y/o extra. Lo que no estaba tan claro era la duración de los shows, desde las dos horas y pico en la mayoría, hasta las más de tres y media del concierto de Marbella (lo que dejaba mucho espacio a las sorpresas). 

     El concepto de la gira en sí recupera la terminología religiosa que Prince utilizó con motivo del disco Lovesexy, llevándola a su punto más alto en una parte del show (discurso pacifista incluido). El concierto de Barcelona, como en el resto de la gira, contó con la banda que le acompañaba entonces además del mencionado Larry Graham, esto es: 

• Prince (voz, guitarra, piano)
• Kirk Johnson (batería)
• Rhonda Smith (bajo, voz)
• Morris Hayes (teclados)
• Mike Scott (guitarra)
• Marva King (coros, bailes y contoneos varios)

     Los shows de esta gira rebosaban de calidad musical por los cuatro costados, pese a no contar con la solemnidad o estructura de giras anteriores como Sign o' the Times  o Lovesexy. Eran concebidas con un directo muy cercano, casi como una fiesta entre amigos a pesar de que en ocasiones llenasen estadios, y el efecto promocional por la buena crítica le vino muy bien a Prince esos años.

EL CONCIERTO

    La mañana de ese viernes apenas la empleamos en dar una vuelta por la bella Barcelona y prepararnos para llegar temprano al Palau Sant Jordi donde nos esperaban Cristian y Dani; el objetivo: coger los primeros sitios en la entrada para poder estar en primera fila en el concierto. 

Prince, manolo d.j., una misma puerta con dos protagonistas 

     Entradas en mano y ataviados para la ocasión salimos entusiasmados en busca de New Power Soul...

     Estando ya en el Palau al mediodía, el trasiego de personal, técnicos y algunos músicos iba dando ambiente, y al acercarnos a uno de ellos para preguntarle por Prince, nos indicó que volvería en unos minutos con algo para nosotros; efectivamente, regresó de la zona de los músicos y nos regaló unas cuantas púas con las que Prince tocaba la guitarra y que a veces arrojaba al público desde el escenario. Empezaba bien la cosa ...

      Por la tarde, a eso de las seis y media, comenzaron las pruebas de sonido , pudiendo reconocerse muchos de los temas pero con la ausencia de Prince. Pasado un rato, éste se incorporó en el tema The Ride, y entre las varias joyas que se escucharon, recuerdo especialmente la versión que hizo de Zanalee, todo un lujo....   Es como si hubiese empezado el concierto, pues aunque no veíamos nada, el sonido llegaba perfectamente. El ensayo completo recogía estos temas:

      Luego, tras una entrada frenética con registros de mochilas incluído, pudimos entrar a toda carrera y asegurarnos esas primeras posiciones; ya sólo quedaba esperar....

     Y vaya si esperamos!! Serían las once y media de la noche cuando Prince hacía su aparición estelar con Push it up, poniendo a todo el mundo frenético y dando lo mejor de sí. 

     Siguió todo un despliegue de temas, emblemáticos unos y nuevos otros, el setlist fue éste:

   Como puntos fuertes, yo destaco especialmente una serie de temas no tan frecuentes en sus directos y que hicieron nuestras delicias, como fueron Let's Work, I could never take the place of your man, If i was your girlfriend.....

Y cómo curiosidades, The Christ, adaptación de The Cross a un sentir hipereligioso que pronto se vería transformado por su conversión a testigo de Gehová gracias al gracioso de Larry Graham (podría haberse quedado tocando el bajo un rato más y dejarlo tranquilo con sus creencias cristianas, aunque como músico es excepcional). Otro inesperado tema fue One of us, de Ozzy Osborne, una de las pocas canciones que Prince se ha atrevido a versionear y grabar en uno de sus discos (Emancipation), y que fue el colofón a su speech religioso a mitad de concierto. Por cierto, que nadie se tome al pie de la letra lo de 2001, se trata de un jam donde la intervención vocal de una de las chicas sí que repite muchas de las notas de esta pieza clásica, pero resulta atrevido haber puesto este título. Como habréis visto, alguien ordenó los temas y jams para una edición en cd del concierto (ilegal por supuesto), fruto de una grabación casera pero que suena muy bien, y que se llamó Spanish Circus. Se sospecha que los conciertos de Zaragoza y Madrid también fueron grabados, pero que fue seleccionado el de Barcelona para esta "edición" por la fuerza y arrojo que Prince mostró de forma especial. Podéis encontrar una página con enlace de descarga aquí.

MI MINUTO DE GLORIA

    Estaba previsto que en muchos de estos conciertos algunos asistentes fuesen autorizados de forma limitada y ordenada a subir al escenario en un momento determinado. Concretamente tras el tema The One, Prince se cambiaría de indumentaria y se sentaría al piano mientras Mayte acababa el tema con un largo baile cubriendo al todavía por entonces era su marido. A continuación, al ritmo frenético de Courtin' time, Marva King, cuya única función era "animar el cotarro", se encargaría de ir escogiendo varios fans del público para que subieran al escenario con ayuda de los miembros de seguridad. Por lo tanto, en Barcelona todos esperábamos que sucediese lo mismo, y así fue...

king, prince... ¿quién manda en este país?

 

    Prince decidió que era hora de subiesen algunas chicas y bailasen para él, y Marva empezó a contonearse entre los espectadores de las primeras filas para escoger a las chicas... Pero comenzó por mí!!!!!! Me señaló, mi mujer y yo nos quedamos pasmados, y los de seguridad me ayudaron a subir... Y allí me encontré, sólo ante 12.000 personas y a menos de un metro de Prince, que sentado al piano, empezó a bromear conmigo. Antes de que preguntase mi nombre, pude observarlo en detalle, alucinando con su forma de tocar, sus ropas, ¡y la gruesa capa de maquillaje que llevaba en su rostro!!

   Cuando Prince dijo que quería verme bailar, las luces se apagaron, y al redoble de batería un único foco me apuntó desde lo alto.... Y bailé como un loco claro!!!! Mientras tanto Marva fue escogiendo a algunos más (ya sí había más chicas que chicos), de modo que al término de Manolo's dance, dejé algo de sitio para que los demás se acercasen al genio y flipasen un rato.

   En total, cinco o seis minutos de alucine que, por desgracia, no quedaron registrados en imagen (ahora con los móviles es muy fácil), pero sí en sonido. De hecho, he preparado una grabación chapuza del "Courtin' Time with Manolo" partiendo del Audio para que podáis escuchar, aunque no ver, el minuto de oro, al menos se me oye un poquito, jeje... Salgo en el minuto 7 (siempre me ha perseguido este número).

   

     Tras la experiencia, vuelta a la grada y a disfrutar otra hora de concierto !! En fin, ese tipo de cosas que incluso exceden nuestros mejores sueños. Ah!! Y fue un gusto comprobar que Prince es tan mortal y de carne y hueso como cualquiera...

¿AFTERSHOW?

     Ya se había excedido la Divina Providencia como para más sorpresas, pero lo cierto es que faltó muy poco para disfrutar de una fiesta privada de Prince en una discoteca a las afueras de Barcelona. De hecho, la canceló finalmente, pero gracias a unos colegas de nuestros compañeros de viaje (Dani y Cristian), contábamos incluso con pases de prensa y podría haber sido el broche de oro.  Tras un rato de espera y distintas noticias, finalmente se anunció que se anulaba el aftershow. Serían las tres y media de la madrugada...

    Y entretanto, conversaciones, recuerdos, comentarios del concierto.... Y una pregunta flotaba en el aire: ¿porqué Marva sacó a Manolo y no a Asun? Muy sencillo: para que no le "hiciese sombra" en el escenario con semejante belleza.... ¿verdad?

Y como dijo Prince con un pésimo acento: "¿QUÉ TU MIRAS?"