Futbolistas ejemplares: Roberto Soldado.
Ya he tratado en alguna ocasión el tema “fútbol” para poner de manifiesto mi admiración por algún jugador, como cuando hablé sobre Raúl González (ver aquí); y no sólo por la calidad futbolística, sino por la impronta personal, que a la larga es aún más importante que el aspecto meramente deportivo. Pues bien, hoy toca, por méritos propios, hablar de Roberto Soldado.
Habiendo llegado esta temporada desde el Fenerbahçe turco, a todos los seguidores del Granada CF nos alegró el corazón saber que Soldado regresaba a España para volver a entrar en liga, y además en un Granada recién ascendido que necesita de jugadores con carácter. A su dilatada experiencia se le une un excelente estado de forma y un temple que va a generar, sin duda, un aporte de estabilidad y madurez, lo que vendrá de maravilla a un club ilusionado por su vuelta a la primera división. Además, anécdotas de la vida, en su etapa granadina se ha mudado cerca de casa, en un bonito barrio donde lo tenemos como vecino llevando a cabo una discreta vida familiar (imaginaos la ilusión de mi hijo Manolo, apasionado del fútbol y del Granada CF...)
Como buen madridista que soy, alguien puede concluir que esta es otra de las motivaciones que me hacen hablar de él, pues Roberto procede de la cantera del Real Madrid y fue titular en el club merengue, así como con la selección absoluta, pero precisamente hoy no son los argumentos deportivos los que me hacen traerlo a la primera plana de AMALGAMAexpress. La motivación es otra, pero con un peso específico importante: la sinceridad y valentía con que ha afrontado su etapa más difícil a nivel personal y deportivo, debido a sus descuidos y falta de madurez.
Efectivamente, hace pocos días varios medios de comunicación se han hecho eco de unas declaraciones poco habituales en el mundo del fútbol, y es que no todo va a limitarse a éxitos, fiestas, vida social y glamour. Los titulares no dejan lugar a equívocos:
Soldado desvela la razón por la que no triunfó en el Real Madrid
Soldado habla de sus excesos
El delantero repasa su carrera en una entrevista con "The Guardian"
Al parecer Roberto disfruta de una nueva e ilusionante etapa, gozando de la liga en la que debutó hace ya unos añitos; y también de una añorada vida familiar que fue difícil de conciliar cuando jugó en equipos extranjeros. Sereno, contento, saboreando muy buenas sensaciones en el arranque de la competición con un Granada que lo ha acogido con mucho cariño, el delantero repasa aquellos comienzos como profesional con declaraciones como estas:
Su actitud en el Real Madrid: "Era un niñato. Había jugadores como Figo, Zidane o Raúl que eran muy profesionales, pero yo miraba a otros, seguí lo que no tenía que haber seguido. Tienes que ser responsable por ti mismo, saber lo que está bien y lo que no, dónde están los límites. Yo salía pensando que era más grande que Beckham. No estaba mentalmente preparado, es duro. Me hubiera gustado tener la oportunidad de jugar en ese Real Madrid al 100%, ahora miro atrás y pienso que era un niñato, alguien debía haberme cogido y haberme dado una bofetada".
Los excesos: "Pesaba siete kilos más que ahora, veo fotos y me avergüenza. No me cuidaba, comía muchísimo. Ahora veo fotos y pienso que cómo iba a jugar con los Galácticos con ese estado de forma. Si me hubiera cuidado más y hubiera tenido madurez, quizás podía haber tenido más oportunidades. Esa idea se te queda en la cabeza. Si me dabas una copa de vino, me la bebía, y si estábamos hablando y a gusto, me tomaba otra. Con 17 o 18 años, si alguien decía de salir a beber algo a la 1 de la mañana, yo era el primero que estaba listo para salir".
La reacción: "El Madrid llamó a mis padres. Mi padre se cogió una excedencia de dos años, se mudó a Madrid, me puso límites. Entonces me mudé con un amigo que ahora está aquí en Granada, fui más consciente. Ahí conocí a mi mujer y todo se asentó. Sabía que había ido demasiado lejos, me pasé de la raya".
La noche de Madrid: "Conocí a mucha gente en Madrid cuando salía. Ellos podían llevar esa vida porque no eran futbolistas profesionales, no tenían que jugar en el Real Madrid. Al final, lo entiendes. Si tú quieres salir, sal, yo tengo que hacer otras cosas. Gracias a mis padres y a mi mujer por ponerme en el camino correcto. Fue un buen trabajo".
LA PERCEPCIÓN DE LA AFICIÓN Y EL EJEMPLO PARA LOS JÓVENES
Leyendo estas declaraciones es en mi hijo en el primero que pienso, pues tiene un enorme cariño a Soldado. Los niños y la gente joven tienen la tendencia natural a observar muy de cerca los comportamientos de sus ídolos, y estas palabras son, sin duda, un precioso ejemplo para ellos. Por un lado señala el camino que no debe seguirse, y por otro da una magistral lección sobre cómo se debe actuar cuando hemos cometido errores.
La afición en su gran mayoría sabe percibir lo sabio de estas palabras, identificando con ello la coherencia interior del delantero del Granada. A nadie se le escapa que la élite del fútbol es un gran referente para todos, jóvenes y mayores, de ahí la trascendencia de la imagen que ellos proyectan en la sociedad.
La vida es así, un continuo debatir entre miles de elecciones, y las consecuencias siempre llegan, para bien o para mal. Hay que reconocer que Roberto nos ha dado una lección. Se necesita ser muy valiente para poner en la palestra, de forma pública, toda una etapa marcada por la falta de madurez y determinación. Me sumo a la calurosa acogida del jugador en las filas del equipo local y desde aquí le muestro mi agradecimiento, como padre y como aficionado.¡Vamooooooooos!
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